Es un artículo conciso y bastante breve que expone de forma muy
estructurada y clara qué es lo que hay que tener para ser un profesional de la
traducción y como debería ser el proceso de formación de un traductor
profesional.
Al principio el autor comenta que hay mucha gente en el sector que al ser
bilingüe piensa que es capaz de traducir textos sin problemas y dedicarse a la
traducción profesional. Sin embargo, las personas que conocen realmente la profesión
y el trabajo que acarrea saben que no es suficiente dominar dos lenguas. Es
necesario mucho más: la pasión por la lingüística y la cultura, la capacidad de
enfrentar unos desafíos en la traducción, el conocimiento de la población
y la cultura a la que va dirigida la
información y la continua formación para efectuar el trabajo de forma
satisfactoria. Apunta también el dato evidente de que la traducción, hoy y en
el futuro, solo se puede entender como una combinación de hombre y software, o
sea, las nuevas tecnologías. Esta combinación, según el autor, permite ahorrar
tiempo, usar una terminología más exacta y garantizar una consistencia y
coherencia entre los trabajos. A continuación Margetic presenta un ejemplo que
a mí me parece muy interesante y es el caso de MultiLing Corporation que ha
elaborado su propio software de
traducción Fortis y ha vendido las licencias a Brigham Young University. Ahora
los estudiantes saben manejar este programa, pueden mostrar alguna experiencia
con software en su CV y, además,
MultiLingo Corporation ha ganado muchos clientes y se ha hecho buena
publicidad.
Finalmente el autor subraya la importancia de especializarse, puesto que
sólo así es posible garantizar el uso de la terminología más precisa y exacta
en un área de conocimiento. Esta experiencia se puede lograr solo durante los
años de trabajo. Subraya también, que los traductores deberían traducir a su
lengua materna porque conocen los aspectos y contextos culturales que los no
nativos no saben. Sin embargo, con estas afirmaciones no estoy completamente de
acuerdo… En Polonia un traductor no puede especializarse solo en un campo o dos
porque no va a obtener encargos. Tiene que saber traducir de todos los campos
para obtener los encargos. También, en el mercado polaco se requiere que los
traductores (sobre todo intérpretes) sepan hacer traducción/interpretación
tanto directa como inversa porque para las empresas resulta mucho más barato
emplear un traductor en vez de dos.
En conclusión, la traducción como ciencia va desarrollándose y cada vez más
se ve su importancia en muchos sectores. Sin embargo, ya no sirve hablar o
conocer dos idiomas para convertirse en un traductor, hay que ser un
profesional con respaldo de formación académica, una persona muy trabajadora
con pasión por la cultura y lengua de estudio.
El artículo de Emmanuel Margetic se puede encontrar aquí
(en inglés):